No somos átomos que flotan al azar o un paréntesis entre dos absurdos en medio de una estrecha corriente de tiempo. Un suspiro cósmico, un guiño absurdo, una lágrima vacía. No somos eso, somos criaturas de Dios, sus hijos, sus amigos...
¿Cómo sabemos esto? Ese Dios único y Padre de todos se fue revelando en la historia humana a través de enviados que comunicaron su experiencia y su discurso, hasta que él mismo "aterrizó" en este mundo como un niño dulce e indefenso. Viendo el mismo sol que nosotros y sintiendo las mismas hormonas en su sangre, aquel niño -Jesús de Nazaret se llamaba- se fue haciendo hombre, continuó diciendo "mamá" y fabricando taburetes o rompiendo garlopas, pero también fue descubriendo y experimentado al Ser que él mismo era, hasta que un día se calzó los zapatos, cogió el petate y cerró la carpintería para empezar a proclamar su Buena Nueva: el amor universal de Dios. Hizo milagros, curó a muchos, anunció su mensaje y se enfrentó a los representantes de la religión establecida. También escogió a doce seguidores a los que dispuso como emisarios de su Buena Nueva. A Pedro lo puso al frente del grupo, pero a Juan le entregó su madre. Y desde su nuevo comienzo, desde su resurrección, les pidió que anunciaran su mensaje de amor y salvación a toda la humanidad.
Sus discípulos formaron la "Iglesia", una palabra también muy manoseada. Iglesia quiere decir la comunidad cristiana, la fraternidad de hermanos y hermanas que viven inspirados por el Espíritu de Jesús. Esa comunidad ha sufrido muchas traiciones, divisiones y persecuciones a través de los siglos, pero Jesús afirmó que ni todo el mismísimo poder del infierno podría siquiera tocarla. De modo que inspirados en ese proyecto evangélico de verdad y liberación nos ponemos en marcha nosotros también. Asumiendo humildemente la causa de Jesús. Nosotros (Juan, Toni, María, Manolo, Tere, Dani, Bea... ¿y tú?). Nos gustaría compartir este proyecto que se nos ha dado y encomendado, el plan de Dios, la oportunidad de conocer y experimentar a Dios, nuestro Todo y nuestra Vida inefable, desde el cariño y la solidaridad. El Evangelio -la Buena Nueva- es muy hermoso y liberador, pues aporta una dignidad al ser humano impresionante y curativa, cosa que ninguna ideología humana puede conseguir en su plenitud.
Basados en este proyecto nos reunimos unos amigos y decidimos aplicarlo serenamente a nuestras vidas, simn proselitismos ni exclusivismos, con todo el respeto hacia otras sensibilidades y con la bendición y la mano tendida a todo ser humano que busca.
Hola, me parece genial. estupendo una comunidad con un espiritu asi. Pero ¿donde estais?
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